Nuestro Grupo de Apoyo para personas con TTM

En los diez años que llevo de difusión en “Trocitilomania – Argentina”, siempre estuvo presente la idea de crear un grupo de apoyo para personas con trico. 

 Una vez, cuando me encontraba en la escuela primaria, tuvimos la visita de una agrupación de Alcohólicos Anónimos que fueron para hablarnos de adicciones. En ese momento, dieron su testimonio tress personas que eran miembros y estaban en recuperación. Eso fue lo más cercano que he estado en mi vida de un grupo de apoyo y mis ideas en torno a su funcionamiento rondaron en que se debía respetar, por supuesto el anonimato y que se requería guiar de una manera terapéutica, lo cual iba a estar, por ende, a cargo de algún profesional de la salud mental. Pues bien, no siempre es así y no necesariamente deben cumplirse todas estas condiciones. 

 Pero con esa idea transcurrió todo este tiempo y cada vez que alguien preguntaba por algún grupo mi respuesta era que no existían y a la idea de formarlo, al no verme capaz de hacerlo, siempre me ofrecí para ayudar a alguien que lo organice, aportando información y difusión de las reuniones, pero nunca llevándolo adelante. 

Todos esos intentos de que alguien más organice uno fueron fallidos y al parecer este era el año para que finalmente me lanzara a este desafío. Ahora bien, soy estructurada en algunas cuestiones, a la hora de trabaja y autoexigente; porque ese es el perfil de la mayoría de los que tenemos trico.

Comenzar con un grupo de apoyo requirió romper estructuras, vencer miedos y entender que las supuestas limitaciones solo estaban en mi mente. 

Me tuve paciencia con la convocatoria, con la organización de los temas a tratar, con el manejo de la tecnología (incluido mi conexión a internet que nunca anda bien), con mis nervios para hablar en público, con mi ansiedad por exponerme, coordinando una actividad. 

Todo fue realmente un desafío y lo único que me sostuvo en mi convicción de hacerlo fueron mis ganas de seguir hablando de trico, de acompañar a otros, de encontrar ese apoyo mutuo que no se halla en otro lugar que no sea en donde hay otra persona con el mismo trastorno que yo. 

Hasta le di forma a mi gusto y lo titulé Grupo de Apoyo y Debate, ya que esta última palabra hace que la dinámica sea poder hablar de un tema, que todos participen y no sentirme tan “desprotegida” ante la sensación de “no voy a poder con esto”

En el camino debo, como siempre, agradecer al Licenciado José Manuel Pérez Quesada (España) que una vez más confió en mí, siendo el primero en decirme “tú puedes con esto” y no conforme con eso, también me acompaña en cada reunión, a pesar de la diferencia horaria entre países. 

 Ya hace cuatro meses del inicio de nuestras reuniones. El grupo que se formó actualmente es pequeño, pero contenedor, respetuoso, agradable, compañero. Tal y como lo soñé antes de embarcarme en esta aventura. 

A ellos también les agradezco la confianza y la constancia de estar cada mes presentes. Eso me demuestra que valoran el espacio, que les suma a sus vidas, que los acompaña un poco en todo esto que vivimos. 

Toda mi vida la trico me presenta desafíos nuevos, me enseña, me da lecciones, me muestra gente que aporta. Este es un ejemplo más. Costó empezarlo, tardó en concretarse, pero este era el momento. El momento ideal para decir “puedo con esto y, aunque haya errores, voy a dar lo mejor de mí”. 

 Y para quien esté leyendo: si algún día necesitas hablar con otras personas sobre tu trico, te esperamos. 

Por: Cintia Rosas