Comerse a uno mismo - Por Cintia Rosas
Tricobezoar Museo Nacional de Salud y Medicina (Washington) |
Podemos imaginar lo que se preguntan quienes asisten al museo: ¿Por qué una niña de 6 años ingiere su cabello? ¿Qué puede sentir al hacerlo? ¿Sus padres no notaron esta conducta? ¿Cómo no le enseñaron que hay cosas que no se deben ingerir? Bueno, acá va la respuesta: lo que esa niña tiene es tricofagia, un trastorno asociado a la tricotilomanía que consiste en comer el pelo que es arrancado.
Este trastorno es doblemente ocultado por quienes lo padecen, ya que la vergüenza que sienten es mayor. “Si ya suena raro que arranque mi propio pelo, ¿cómo sonará decir que además me lo como?” esa es la reflexión lógica de alguien que padece tricofagia. Sus padres pueden haber detectado la conducta y seguramente le han enseñado que ciertas cosas no se ingieren. Pero esta es una enfermedad y, como siempre digo, al igual que todas las enfermedades: no se elige.
Comerse a uno mismo. Esta frase da cuenta de una acción que resume lo que la tricofagia significa. Ahora bien, se desconocen los motivos por los cuales comienza, pero sí pueden reconocerse las siguientes características:
Cuando se tiene TTM, inconscientemente hay una necesidad de ocultamiento tan grande y la autoestima está tan baja, que esto puede significar un deseo de desaparecer (Muchas personas con TTM me escriben expresando como primer deseo que quisieran morir). Por otra parte, el ingerir el pelo arrancado puede simbolizar un intento de no dejar rastro de lo que se hace. A esto se le suma que, a lo largo del tiempo dicha conducta puede transformarse en un hábito placentero. Para otras personas que han sufrido abusos o que han reprimido y guardado grandes angustias, el pelo simboliza un secreto que hay que guardar, eso de lo que no se habla, esa angustia que no se expresa.
Para finalizar, si vemos las probabilidades, en EEUU, se estima que el 30% de la población que padece de TTM, también come su pelo. En el caso de los países de habla hispana, nuestra encuesta arrojó un porcentaje del 16.9%. Es decir que 59 personas encuestadas comen su pelo. Y en este punto es muy importante tener en cuenta que, a diferencia de quienes solo tienen tricotilomanía, el tratamiento para la tricofagia, no termina en la terapia psicológica. Se requiere una consulta médica, sobre todo si se tiene digestión lenta, diarrea, mala absorción de nutrientes, entre otros. Si la cantidad de pelo ingerido está produciendo algún trastorno estomacal, el paciente puede ser intervenido quirúrgicamente con el fin de extraer los tricobezoares. Dependiendo del tamaño, el cirujano realiza una laparoscopía, endoscopía o, en los casos más severos, una cirugía abierta.
Más información: http://tricotilomania-argentina.blogspot.com.ar/2013/08/sindrome-de-rapunzel.html
Comerse a uno mismo. Esta frase da cuenta de una acción que resume lo que la tricofagia significa. Ahora bien, se desconocen los motivos por los cuales comienza, pero sí pueden reconocerse las siguientes características:
Cuando se tiene TTM, inconscientemente hay una necesidad de ocultamiento tan grande y la autoestima está tan baja, que esto puede significar un deseo de desaparecer (Muchas personas con TTM me escriben expresando como primer deseo que quisieran morir). Por otra parte, el ingerir el pelo arrancado puede simbolizar un intento de no dejar rastro de lo que se hace. A esto se le suma que, a lo largo del tiempo dicha conducta puede transformarse en un hábito placentero. Para otras personas que han sufrido abusos o que han reprimido y guardado grandes angustias, el pelo simboliza un secreto que hay que guardar, eso de lo que no se habla, esa angustia que no se expresa.
Para finalizar, si vemos las probabilidades, en EEUU, se estima que el 30% de la población que padece de TTM, también come su pelo. En el caso de los países de habla hispana, nuestra encuesta arrojó un porcentaje del 16.9%. Es decir que 59 personas encuestadas comen su pelo. Y en este punto es muy importante tener en cuenta que, a diferencia de quienes solo tienen tricotilomanía, el tratamiento para la tricofagia, no termina en la terapia psicológica. Se requiere una consulta médica, sobre todo si se tiene digestión lenta, diarrea, mala absorción de nutrientes, entre otros. Si la cantidad de pelo ingerido está produciendo algún trastorno estomacal, el paciente puede ser intervenido quirúrgicamente con el fin de extraer los tricobezoares. Dependiendo del tamaño, el cirujano realiza una laparoscopía, endoscopía o, en los casos más severos, una cirugía abierta.
Cintia Rosas
Más información: http://tricotilomania-argentina.blogspot.com.ar/2013/08/sindrome-de-rapunzel.html
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