¿Cómo hablar con alguien que tiene tricotilomanía?

¿Cómo podemos tener una comunicación eficiente con alguien que tiene tricotilomanía?

La TTM es un trastorno muy común, mucha gente lo padece. No obstante sigue siendo desconocido para un número importante de personas. Esto incluye a los mismos allegados de quien la tiene.

Un tricotilómano lleva su padecimiento en absoluto silencio, porque lo avergüenza su conducta, ya que en gran medida no sabe explicarla de una manera lógica y racional (o al menos eso es lo que él cree)

Si conoces alguien con TTM (o piensas que la puede tener) no te burles, porque eso ayudará a que su autoestima continúe bajando; no lo reprendas por lo que hace, eso aumentará más su angustia por no saber cómo hacer para dejar de tirar. Simplemente con escucharlo estarás haciendo mucho por él.

¿Qué significa escuchar?

• Entender lo que la persona tiene para decir 
• Ayudarlo a expresarse 
• Mostrarle respeto y aceptación por lo que dice 

¿Qué hacer para lograr una buena escucha?

§ Mostrar interés: 

Mirar a los ojos y poner atención a lo que el emisor manifiesta. Es una manera de darle confianza, seguridad y ánimo para comenzar a expresarse.

§ Permitir expresarse: 

No interrumpir. Esperar que el otro termine de hablar para dar una opinión. Expresar el propio punto de vista, entendiendo lo difícil que ha sido para esa persona animarse a hablar.

§ Dar tiempo y ser paciente:

Tener en cuenta de que el tema es muy complejo y es necesario que la persona se tome todo el tiempo que considere necesario para explicarlo. También pueden resultar dolorosos ciertos puntos a tratar y en ese caso, el hablarlos puede llevar un poco más de tiempo.

§ Preguntar:

Ante cualquier duda, preguntar todo lo que se considere necesario. Si la persona no se anima a contestar, no obligarlo, para evitar inhibición o incomodidad. Si no hay respuestas a algunas preguntas, ambos pueden considerar buscar información juntos.

Para responder:

§ Descartar preguntas o planteos que puedan incomodar: 

Se suele preguntar “¿por qué lo haces?, ¿por qué no te detienes?” Se interroga sobre la toma de conciencia respecto al faltante de cabello, sobre que es algo visible, o incluso se intenta averiguar si es una conducta con la cual se busca llamar la atención. Estos no son planteamientos constructivos, porque ¿Quién quiere tener zonas sin cabello o estar sin cejas o sin pestañas? Nadie! La persona con TTM, simplemente no puede, no logra y no sabe cómo detenerse.

§ Quitarle dramatismo a la situación: 

A veces las personas con TTM pierden la objetividad en su visión de sí mismos y de la enfermedad. Tienen creencias erróneas, se consideran raros, piensan que nunca van a curarse, hasta algunos manifiestan querer morir, por no hallar una solución. Quitarle dramatismo no significa desvalorizar el problema, simplemente tomar conciencia de que es un trastorno muy común, que como cualquier otro puede tener algunas consecuencias un tanto desagradables, pero que si se hace un tratamiento, se puede lograr una recuperación o ayudará a convivir con la enfermedad de una manera más saludable.

§ Animarlo a comenzar un tratamiento:

Si no se anima a hablar con otras personas y si verdaderamente manifiesta una búsqueda de solución a su problema, se lo puede alentar a que considere hablar con un profesional para comenzar un tratamiento. En ese caso, deberá tener en cuenta que no existen profesionales especializados en TTM, que no siempre se encuentra un profesional adecuado al primer intento y que un tratamiento puede lleva mucho tiempo, deberá ser paciente.

§ Ser reservado con aquello que se habló: 

Entender que seguramente esta persona ha pasado mucho tiempo en silencio, guardando su secreto con dolor y angustia. Al hablar, puede sentir una exposición demasiado fuerte y aunque es un gran paso, esto no significa que estará rápidamente preparado para hablar con otras personas y sacarlo a la luz así nada más. Es importante respetar esos tiempos, haciéndole saber que cuando por fin se anime, será un acto liberador.

Por último, en cualquier caso, tanto al escuchar, como al hablar, para que sea de la manera más acertada posible lo primero es informarse sobre el trastorno.

Por: Cintia Rosas