Yo no tengo ni busco la curación. - Por Beatriz Moreno Amador

Cuando sabemos que la Tricotilomanía es un trastorno (una "enfermedad" mental) buscamos desesperadamente una cura, un tratamiento, un fármaco, una receta... Algo que nos haga terminar con el sufrimiento, con tirar del pelo, con la falta de pelo.
La realidad es que a día de hoy NO hay una técnica psicológica que sea 100% efectiva para todo el mundo y que dure para siempre, no sólo porque seamos diferentes, sino porque la trico, como la mayoría de trastornos, son de tipo multicausal y así el enfoque de terapia tiene que ser multidimensional, adaptarse a cada persona y sus circunstancias vitales. Igualmente, las técnicas cognitivo-conductuales se muestran altamente eficaces para reducir el tirar del pelo, como otros síntomas de tipo obsesivo-compulsivo, depresivos y ansiosos; pero que existan estas técnicas no significa que estemos "curadas/os". La/el profesional de salud mental nos podrá ayudar mucho, y para ello: tendrá que conocer muy bien estas técnicas terapéuticas indicadas para la trico y en qué consiste la tricotilomanía, y en nuestro caso tenemos que ir a terapia con mucha predisposición al cambio de paradigma, no sólo de nuestro comportamiento, sino de cómo nos hemos obsesionado en controlar nuestro comportamiento y cómo esa obsesión nos está afectando en nuestro día a día.
Hay personas a quienes, por motivos que aún desconocemos, la medicación les puede funcionar para disminuir los síntomas e incluso para que desaparezcan. Pero realmente no podemos asegurar que esto se trate de una causa-efecto, porque no se han llegado a hacer estudios comparativos a largo plazo. Pero sí podemos ver que hay una relación entre aplicar una serie de técnicas de tipo cognitivo-conductual, y en algunos casos junto a la medicación (nunca la medicación sola), y la reducción del tirar.
Pero la tricotilomanía NO es solo tirar del pelo, sino también el malestar que nos provoca vivir con eso. Es muy importante que NO nos identifiquemos con la trico, que no nos resignemos a tenerla y punto, realmente no es algo que nos gusta tener. Pero tampoco es sano culpabilizarnos ni castigarnos continuamente lanzándonos mensajes negativos o mirándonos con rechazo. Es por eso que la trico NO se cura, porque no se elimina una enfermedad o se vuelve a recuperar la salud porque dejemos de tirar del pelo. El malestar que genera vivir arrancándose pelo se puede eliminar aunque se siga arrancando pelo y dejar de arrancarse pelo no significa que volvamos a estar sanas o mejores.
Arrancarse pelo es un síntoma y es un Trastorno ("enfermedad" mental) cuando te genera MALESTAR, cuando TE IMPIDE hacer actividades diarias con normalidad, cuando INTENTAS CONTROLARLO y no puedes: cuando te AFECTA NEGATIVAMENTE en tu día a día. Puedes sentirte mal sin arrancarte pelo y sentirte bien aunque te arranques pelo. La trico, como todo en la vida, también ES UNA CUESTIÓN DE ACTITUD.
Yo no digo que no haya solución, si no que la solución para cada persona puede ser diferente, porque el objetivo de cada persona es diferente. Yo no he dejado de arrancarme pelo durante más de unos meses y no por ello me siento frustrada o resignada; me he superado en áreas de mi vida importantísimas y he conseguido tener una vida en la que me siento plena y agradecida. Lo que busco al contar esto es que la trico no se centre todo el tiempo en un problema del control de nuestra voluntad y a un problema estético, porque no es así. No se trata de una simple manía o de un mal hábito, arrancarse pelo es muy común, pero hay personas que sufren más que otras por hacerlo, y uno de los motivos de ese sufrimiento es vivirlo en silencio, esconderse, avergonzarse, culparse... Yo hablo sobre esto, sobre la importancia de superar el miedo, la vergüenza, la culpa, y conseguir amarnos; sobre la importancia de que las personas que nos rodeen se informen y aprendan a respetar-nos.
En mi caso el castigo no funciona, el que me regañen o me mire mal a mí misma, no hace que esté más motivada y reduzca el tirar. Trato de gestionar mis rutinas: alimentación, ejercicio físico, sueño, momentos de estrés, y mi asertividad para escuchar a mi cuerpo y evitar momentos que precipiten el tirar. Y cuando pasan días, semanas, meses sin tirar y me crece el pelo, me siento más libre cuando salgo a la calle porque no hay calvas o son mínimas... Y me gustaría sentirme libre siempre, sin calvas o con calvas. Porque sinceramente, pienso que arrancar pelo no es una decisión y no es cuestión de fuerza de voluntad. Hay un bienestar personal que tiene que estar por encima de cualquier síntoma, y eso es lo más importante y lo que pienso que tenemos que transmitir a la comunidad.
Yo personalmente, no veo tener Tricotilomanía como el problema de tirar del pelo, sino a lo que sucede a tu alrededor y/o en nuestro interior para tener esa necesidad. A veces realmente puede que no haya nada grave y que sintamos bienestar con y en nuestras vidas, y que tengamos el hábito tan adquirido que sea muy difícil lidiar con el no tener las manos en la cabeza. Este es mi caso y voy por épocas en las que no tiro y otras en las que sí. Pero realmente para mí el problema es cuando tengo que enfrentar las CALVAS, es por eso que hablo tan abiertamente sobre la trico, para lidiar con algo que nos provoca más malestar que el arrancar: VER CALVAS EN NUESTRA CABEZA, CEJAS, PESTAÑAS.
Quiero sentirme libre con una cabeza y un pelo que no son perfectos. He aprendido que yo también puedo hacer todo lo que quiero, que la trico no me incapacita, en el pasado era yo QUIEN DECIDÍA QUE TENER TRICO ME IMPEDÍA HACER COSAS Y VIVIR (como he dicho, decidir esto también es una cuestión de actitud). Ahora: salgo, bailo, salto, a veces se me ven las calvas y otras veces no, a veces llevo pañuelo, otras horquillas, y me gustaría mucho raparme algún día... Creo que cada vez me siento más libre para hacerlo porque cada vez veo menos miradas que me acusan o me da lo mismo parecer rara o diferente; porque si yo no me culpo, si yo llevo la vida que quiero llevar y hago lo que quiero, nadie podrá hacerme sentir mal... Y cuando ese malestar desaparece, yo ya no me siento "enferma", ni tengo necesidad de buscar una cura. Me veo hermosa y sana, y el resto de personas también me ven así. Trato de ser creativa y dar forma bonita a lo que tengo en mi vida y en mi cuerpo, sin más.
Con el paso de los años aunque no tire tanto de mi pelo, tengo más zonas calvas, pero ahora me siento muchísimo mejor que antes, me conozco más a mí misma, me relaciono mejor con las demás personas y me gusta mi vida. Creo que YA NO BUSCO LA CURACIÓN PORQUE NO HAY NADA QUE CURAR, HAY MUCHO QUE CONOCER-ME Y QUE ACEPTAR-ME. ¿Y SI APRENDER A ACEPTAR-NOS FORMARA PARTE DE NUESTRA "CURACIÓN"?
Hay veces que nos miramos al espejo y nos desanimamos por ver lo que tenemos enfrente. Una imagen que no se corresponde con lo nosotras somos, la falta de pelo es fea y hacemos lo posible por ocultarla... Y a veces eso nos hace sufrir, muchísimo... Antes que dejar que el malestar nos invada, dejemos paso a la creatividad y a la belleza que desprende nuestra sonrisa, porque como decía Émile Zola: "la belleza es un estado de ánimo".



Beatriz Moreno Amador





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